Compañía: Betty Nansen Teatret de Copenhague
Fecha: 12-06-2010
Teatro: Liceo
Aforo: Tres cuartos
Broche perfecto
Programar, seguir una línea, tener una idea clara de lo que deseas hacer no es fácil. Y poner un broche a todo lo anterior, cerrar con clase y categoría algo menos. Por eso este Stemmer de Calixto Bieito es perfecto para clausurar este FÁCYL. Porque es un resumen perfecto de todo lo que ha sido este festival en cuanto a los espectáculos de sala se refiere: elegante, perfectamente facturado, con textos profundos y muy psicoanalíticos, una música cuidada al extremo, una dirección con personalidad…
De vez en cuando, el teatro debe ponerse el Armani y no tener complejos. Si hay gente que te llama snob, pues bueno. Envidia, ya saben. La elegancia y el buen teatro no están reñidos y muchas veces se agradece.
Sintonicé con este montaje desde el primer minuto hasta el último. Un musical perfecto y muy emocional, aunque parezca lo contrario. El mejor que ha pasado, en mi modesta opinión, por Salamanca en los últimos tiempos. No apto para los amigos del caramelo edulcorado de los Mamma mia, Jesucristo Superstar, etc. que han venido y seguirán viniendo al CAEM en fechas venideras.
Y lo hace sin estridencias, envolviéndote como una tela de araña con pequeños hilos plateados que componen una delicia poliédrica y compleja, una exquisitez llena de textos sobre la muerte y todo lo que la rodea. Con una puesta en escena absolutamente elegante, con una música de muchísimos quilates y una escenografía sencilla y efectiva. Un montaje para pensar y dar vueltas.
Una pequeña delicatessen para recordar esta sexta edición del FÁCYL con un buen sabor de boca, porque yo soy de los del chuletón con patatas en un chiringuito y de los de la tortilla decostruída siempre que la materia prima sea buena. Y de eso había mucho en Stemmer. Que aproveche.
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