martes, 27 de noviembre de 2007

Mis textos I

Para ver después: Sexo en Nueva York. Youtube

MP: Y tú qué, te lo has hecho con el Tony y no me has dicho nada.
L: Yo no me lo he hecho con Tony. Pregúntaselo a Laura.
MP: Bueno esa. Seguro que ya le ha hecho una manola.
L: Pero qué bestia eres tía.
MP: ¡Será imbécil! Con lo guay que es hacerlo.
L: Lo que yo digo: una bestia.
MP: Bueno ¿qué pasa, que ahora a ti no te gusta hacerlo?
L: Yo no lo he hecho nunca, pero he oído a mis padres hacerlo.
MP: ¿Y?
L: ¿Cómo que y?
MP: Pues que qué tal. ¿Les gusta, disfrutan? Yo creo que mis viejos ya no lo hacen ni nada. Están como mustios. A esas edades es normal.
L: Pero si tus padres no tienen ni cincuenta años.
MP: Tú eres tonta. Todo el mundo sabe que a partir de los cuarenta y cinco ya no se hace con tu pareja. No me extrañaría que mi padre se fuera de putas...


sábado, 24 de noviembre de 2007

Cantando bajo las balas

Dirección: Álvaro Lavín
Fecha: 23/11/2007
Teatro: Auditorio Fonseca
Aforo: Tres cuartos


Buena señal

Decía el gran Fernando Fernán Gómez que sí creía que un hombre puede ser amigo de una mujer, siempre que ese hombre no fuera él. Uno no puede ser amigo de quien se va a conquistar. Queda mal, es feo y, además, de mal gusto. A mí, incluso, me revuelve la conciencia. Quiero creer, después de ver Cantando bajo las balas, que a Millán Astray también le machaca su conciencia en el infierno de la nada en el que está y que, por esa razón, todos los demás vivimos mucho más tranquilos.
Suena el piano y aparece el general entre la niebla como una mala pesadilla y canta y se pasa cantando todo el montaje tangos, pasodobles, canciones militares... Y ya todo es Adolfo Fernández, que hace un papel extraordinario en un lugar perfecto para interpretarlo: Salamanca. Aparece el general mutilado de cuerpo, mente y alma y cuenta en primera persona lo que ocurrió el 12 de octubre de 1936 en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca. Cuenta cómo Unamuno, angustiado ante tanta barbarie de aquellos a quienes había apoyado, no pudo callar más y estuvo a punto de morir destrozado por la barbarie de quienes estupidamente gritaban ¡Viva la muerte!

Tiene este texto de Antonio Álamo dos virtudes fundamentales: los hechos los cuenta y los hace, si cabe, aún más creíbles un personaje deleznable que se define por sí solo y, segundo, los lleva a la farsa, a la parodia cínica, para hacerlos absolutamente serios. Sólo desde el análisis profundo y la reflexión se pueden contar las razones de la Guerra Civil Española con un punto de irreverencia y de mala leche.

El resultado es un montaje de ochenta minutos dirigido con inteligencia desde el punto de vista actoral, que se te pasa volando y que es esencial para todos aquellos que estamos convencidos y para aquellos que no lo están. Es un necesario trago de aguardiente en medio de tanta Coca-Cola.

Y eso, sin que el devaluado de cuerpo, Millán Astray, saque la pistola y la blanda amenazante y fanfarrón. Una lección magistral que le enseña a él y a todos los que nos miran desde el infierno con un solo ojo que, simplemente, con las palabras se puede hacer mucho más que lo que ellos hicieron en cuarenta años. Es decir, nada. Afortunadamente, todos los que estábamos en el patio de butacas pudimos mirar al fantasma cara a cara sin que nos ardiesen las vísceras. Buena señal.

Suspiros de España por Carmen Maura (Youtube)

viernes, 23 de noviembre de 2007

For Sale


Compañía: Sexpeare
Fecha: 21/11/2007
Teatro: Liceo
Aforo: Media entrada

Actualidad, innovación, nuevos formatos y lenguajes, soportes cada vez más nuevos, originalidad, comunicación, información desaforada… El mundo en el que, actualmente, nos movemos, enfangamos y sobrevivimos está lleno de pistas que nos dicen: te adaptas o te mueres. La selva llevada a su máxima expresión. En principio, esto no es malo ni bueno. Es. Todo tiene sus ventajas y sus desventajas. Los mensajes no están claros y se produce una especie de tortilla revuelta neurótica en la que se debe encontrar un orden, un lugar.

Sexpeare lo ha encontrado con el teatro. Su espectáculo For sale es un claro ejemplo de todo esto: lenguaje teatral mestizo, actual y bien hecho. Dos actores que interpretan no sé cuantos personajes a cada cual más extremo, escenas en apariencia inconexas, mensajes divergentes, aceleración en los cambios de situación, interpretaciones delirantes, metateatro camuflado, lirismo casposo, ternura evidente, irreverencia educada, mala leche dulce, vacuidad graciosa, humor trepidante, realidad psicótica, maravillosa canción de Anthony and the johnsons, You are my sister…

En definitiva, cabaret teatral delirante, surrealista y caóticamente medido… aunque falto de profundidad. Tantos personajes no pueden tener un fondo de armario emocional tan fuerte. Tampoco creo que lo pretendan. Lo dicen claramente: ¿Tú qué método utilizas? ¿Yo? Soy un personaje, actúo.
Y menudos personajes: carniceros enamorados de sus longanizas, baterías sin pulgares, cantautores que derivan en cómicos vendidos al capital, asesinos calvos, patéticos y vestidos de Elvis, macarrillas muertos de miedo, etc., etc., etc.
Todo envuelto en un ritmo frenético al que los actores (muy bien) deben enfrentarse, primero desde la meticulosidad y, segundo, desde la distancia que aportan la diversión y el buen rollo. Tanto cambio de personalidad puede resultar contraproducente si no te lo tomas con tranquilidad.

Otra forma de entender la vida y el teatro. Porque, creo, este estilo está ligado a una manera de vivir, de estar: el desenfado excéntrico. Espectáculo divertido. Para desengrasar y pasar un muy buen rato sin tener que filosofar cuando sales y te vas a tomar unas cañas. Lo compro.


La primera en la frente

Ahí va el primer comentario en este blog. No se trata de una crítica teatral. Simplemente, os animo a que participéis en las encuestas, en que comentéis lo que aquí se escribe y todo aquello que os interese sobre el mundo teatral salmantino. Seguro que ayudamos a mejorar la programación que hay en nuestra ciudad.

Un saludo.