martes, 21 de abril de 2009

Consideración


CONSIDERACIÓN: Acción y efecto de considerar.
CONSIDERAR: Pensar, meditar, reflexionar una cosa con atención y cuidado.

El Gran Café-teatro de la Vega en la Sala B del CAEM (?)

Hace años, en las noticias del Gran Café-Teatro, decíamos:
“El alcalde ha decidido por unanimidad suya cambiar la patrona de la ciudad por San Cristóbal; y, además, lo vamos a celebrar en Sevilla que hace mucho mejor tiempo; y añadió: este año, por mis santos cojones, no se suspende ninguna corrida”.

Y nos reíamos mucho porque, gracias a Dios, siempre nos hemos reído mucho…

Nunca imaginé que alguien, y menos uno de los que entonces se reía bastante con aquello —el presentador del Gran Café Teatro—, adoptara una postura parecida a la que entonces tomaba en la ficción el Alcalde: “Lo mismo da hacer el Café-Teatro de la Vega en la Vega que en el CAEM” (?); “Si el espectáculo dependiera del lugar, mal vamos” (?)

¿Ustedes piensan que el Camino de Santiago podría hacerse a Triana y que tuviera además el mismo espíritu? No, ¿verdad? Pues lo mismo.

Se anuncia la continuidad del Café-Teatro en otro sitio y con otros artistas, pero con el mismo espíritu (?); bueno… ¡en fin!

Bien es verdad que “el que no sabe es como el que no ve” y que “lo más atrevido que hay es la ignorancia”. Pero también es verdad que la ignorancia no te exime de la culpa.

Evidentemente, cuando se prepara una obra de teatro, se hace para un escenario de unas dimensiones determinadas, y luego, cuando se representa en un teatro o en otro lo que se hace es adaptar la escenografía y las luces para que el sitio sea lo más fiel al escenario ideado por el escenógrafo o por el director. Y esto siempre que uno conciba un espectáculo para “girar”; y no estoy diciendo que de vueltas sobre sí mismo, sino que vaya de un lado a otro, de una ciudad a otro (lo explico “pa” por si acaso…).

El Gran Café-Teatro de la Vega no era un espectáculo más.
El Gran Café-Teatro de la Vega no era un espectáculo al uso.
El Gran Café-Teatro de la Vega no era una obra de teatro.

Era, fue y será por siempre una obra de arte en sí misma imposible de representar en otro sitio que no sea el Teatro de la Vega (y no es de nostalgia de lo que hablo, sino que hablo de la experiencia de haberlo hecho en algunos pueblos en verano y saber que, aunque no estaba mal —sobre todo porque estábamos el equipo base de los últimos años del Gran Café-Teatro de la Vega—, no tenía nada que ver con lo que sucedía en el Teatro de la Vega cuando se representaba una nueva edición del Gran Café-Teatro) y para ello la única posibilidad real es el rehabilitación del Teatro de la Vega (algo que, por otra parte, es absolutamente posible y barato y que si no se hace, será por algún oscuro interés político) y comprender lo que significan las palabras respeto y dignidad.

El Gran Café-Teatro de la Vega nació entre las paredes del teatro de la Vega y es ahí donde puede presentarse con su máximo esplendor. Además, el hecho de que durante veintidós años hayan pasado por sus tablas más de doscientos artistas, hace que cada uno de ellos haya dejado impregnado su espíritu y yo creo que vamos mal si olvidamos esto: el respeto por los espacios, por las fórmulas, por el público y por los artistas.

Lamentablemente, la realidad se impone y descubrimos que hay quien sólo tiene respeto por el dinero, por la fama y por la apariencia.

Maribel Iglesias
Co-fundadora, co-directora
y actriz del GRAN CAFÉ-TEATRO DE LA VEGA

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Olé!!

Anónimo dijo...

Estuve en el denominado Café Teatro y lo podían haber denominado Cagué-Teatro. Ni un atisbo de crítica y un peñazo. ¿Quién te ha visto y quién te ve Ángel, cuántos favores debes? Eso sí, luego escribimos artículos en el periódico y vamos de sindicalistas por la vida...

Anónimo dijo...

Gran Café Teatro en el Museo de la Automoción