Compañía: Vol & Ras
Fecha: 09/12/2007
Teatro: Liceo
Aforo: Menos de media entrada
Escucha: Marcha fúnebre (Víctor Carbajo)
Eso no se hace
Eso no se hace, hombre. Se supone que uno debe terminar el año con una buena impresión, con alegría, con ganas de volver al teatro. No sé, el cava teatral corriendo por tus venas, confeti de buenos textos, campanadas de emoción interpretativa en tu atribulada alma.... En fin, para qué les voy a contar más.
La compañía Vol & Ras no te da nada de nada con su espectáculo Mondomono, en el que tres seres ridículos sobreviven a un cataclismo nuclear, mientras buscan agua y adoran a un búho mecánico. ¿Qué pretenden decir con ello? Lo poco críticos que somos los seres humanos actuales con la sociedad que hemos creado y el batacazo que nos podemos pegar si seguimos así. ¿Qué es lo que consiguen? Ser poco críticos con ellos mismos.
Montaje en el que se nota que hay dinero y subvención, le faltan ideas y le sobra de todo. Construido desde una amalgama de pretendidas ideas, la hora y veinte que dura la obra se vuelve insípida, aburrida y bastante absurda. Eso sí, tiene un mérito terrible. Te obliga a hacerte la pregunta del millón: ¿Qué hago yo aquí, un domingo a las ocho de la tarde, pudiendo estar viendo el Ponferradina-Zamora?, por ejemplo.
Si hay algo que caracteriza este montaje es la falta de humor con el que pretenden entretenernos. Y el problema es que desde que salen a escena hay algo que no se sabe qué es, pero que afecta a todo el espectáculo. Es decir, la estructura, la historia, están hechas con poca convicción y flojean. Todo se sustenta en algo que de primeras se sabe que no va a funcionar. El problema es que ellos mismos lo transmiten y se nota en el patio de butacas. Un pena, porque no lo salva ni la dirección, ni una escenografía ampulosa, ni una interpretación con mucha voluntad. Se les agradece el esfuerzo, pero poco más.
Y a partir de ahí… podría comentarles más cosas de este estilo, pero prefiero no aburrirles con desgracias porque eso, a final de año, y a la espera de la llegada de las vacaciones y las celebraciones con la familia y los amigos, no se hace.
La compañía Vol & Ras no te da nada de nada con su espectáculo Mondomono, en el que tres seres ridículos sobreviven a un cataclismo nuclear, mientras buscan agua y adoran a un búho mecánico. ¿Qué pretenden decir con ello? Lo poco críticos que somos los seres humanos actuales con la sociedad que hemos creado y el batacazo que nos podemos pegar si seguimos así. ¿Qué es lo que consiguen? Ser poco críticos con ellos mismos.
Montaje en el que se nota que hay dinero y subvención, le faltan ideas y le sobra de todo. Construido desde una amalgama de pretendidas ideas, la hora y veinte que dura la obra se vuelve insípida, aburrida y bastante absurda. Eso sí, tiene un mérito terrible. Te obliga a hacerte la pregunta del millón: ¿Qué hago yo aquí, un domingo a las ocho de la tarde, pudiendo estar viendo el Ponferradina-Zamora?, por ejemplo.
Si hay algo que caracteriza este montaje es la falta de humor con el que pretenden entretenernos. Y el problema es que desde que salen a escena hay algo que no se sabe qué es, pero que afecta a todo el espectáculo. Es decir, la estructura, la historia, están hechas con poca convicción y flojean. Todo se sustenta en algo que de primeras se sabe que no va a funcionar. El problema es que ellos mismos lo transmiten y se nota en el patio de butacas. Un pena, porque no lo salva ni la dirección, ni una escenografía ampulosa, ni una interpretación con mucha voluntad. Se les agradece el esfuerzo, pero poco más.
Y a partir de ahí… podría comentarles más cosas de este estilo, pero prefiero no aburrirles con desgracias porque eso, a final de año, y a la espera de la llegada de las vacaciones y las celebraciones con la familia y los amigos, no se hace.
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