miércoles, 29 de abril de 2009

Las noticias del Gran Cafe-Teatro de la Vega que no pudieron ser

Debido a que el único e inigualable Gran Café Teatro de la Vega ya no podrá ser por la inaudita, insólita, chapucera, arrabalera, bárbara, criminal, demencial, navajera y estúpida decisión de alguien que cree que sabe programar y pretende ser fiel a su amo (lo peor de Lanzarote no es él, son los que le rodean), he decidio colgar algunas de las noticias que podrían haber sido si el Gran Café Teatro de la Vega estuviera donde tiene que estar y con quien tiene que estar. Ya sabéis, las que se hacían en la sección que tanto éxito tenía.

Falta lo más importante, el saber estar de Maribelina con sus gestos medidos, finos e inteligentes (desde aquí mi homenaje a ella), pero ahí van:

Muy buenas noches y bienvenidos a una nueva edición de las Noticias que no pudieron ser en el Gran Café Teatro de la Vega (el único e inigualable).

Nacional

¡Increíble! Mariano Rajoy contrata a Carlos Sainz como chófer personal. Lo curioso es que los rumores apuntan a que viene recomendado por Esperanza Aguirre y uno de sus asesores, que no ha querido hacer declaraciones porque estaba espiando a Alberto Ruiz Gallardón.

Internacional

Barak Obama contrata a Michael Jackson como nuevo asesor de imagen y nombra a Ramón Calderón nuevo presidente del tribunal supremo.

Local

Julián Lanzarote decide retirar el medallón de Franco de la Plaza Mayor… y sustituirlo por uno suyo. ‘Total, nadie se va a dar ni cuenta’, ha declarado el portavoz popular, Fernando Rodríguez.

Juan Mari Montes graba, por fin, otro disco. ‘Sí, será en la primavera de dos mil veintidós o en el verano de dos mil veintitrés, porque con lo que saco de la SGAE no tengo suficiente. Además, que estoy esperando a la subvención que me van a dar en el Ayuntamiento cuando Fernando Pablos gane las elecciones’, ha indicado el ya no tan joven cantautor entre las risas de sus más directos colaboradores.

Breves
Se cargan el Gran Café Teatro de la Vega, programan un seudo espectáculo en el CAEM y pretenden ser graciosos ¡y críticos!

Hasta aquí las noticias que no pudieron ser en el Gran Café Teatro de la Vega, tendrán más en próximas entregas. Por cierto, que podéis enviar las que queráis.

lunes, 27 de abril de 2009

A+, cosas que nunca te conté


Compañía: Senza Tempo
Fecha: 25-04-09
Teatro: Liceo
Aforo: Un tercio



Las alas


Vuelve el Festival Internacional de las Artes a promocionarse con un espectáculo de adelanto, de regalo. Una buena experiencia de marketing de futuro. Y a mí me sigue pareciendo inteligente idea.

Igual que este A+, cosas que nunca te conté, de la compañía Senza Tempo. Una propuesta interesante en cuanto a lo emocional y poco explicable en lo racional. Pero, ¿qué quieren que les diga? A veces, hay que olvidarse de la parte cerebral y dejarse llevar por aquello que te toca la fibra.

Y eso lo consigue muy bien un montaje que utiliza la música como elemento principal para que te llegue lo que no somos capaces de describir al corazón. La selección de la banda sonora es tremendamente acertada. Además, unida a unas proyecciones cuidadas y unas coreografías sencillas nos proporciona momentos poéticos y líricos verdaderamente intensos y satisfactorios. De la parte circense poco había y me hubiera gustado que ese elemento hubiera estado más presente a lo largo de la hora que dura la propuesta.

Por eso me interesó este montaje. Por eso y por la historia del ángel y sus alas. Porque, aunque el mensaje pueda ser amable e irreal, tiene un punto amargo y pegado a la vida. El ángel, en la última parte, se quita lo que le define como diferente y si hasta ese momento no se ha implicado en la acción, justo cuando se desprende de ese elemento ‘divino’ se mete hasta las cejas en la acción y vive, sufre, llora, se emborracha y no sólo de alcohol, también de vida, con todo lo que eso implica.

Dejemos de ser divinos e impliquémonos más en lo que es la vida. Tengamos las fuerzas para hacerlo y disfrutar del camino que nos queda por recorrer, incluso aunque no lo entendamos. Atrevámonos a vivir mirándonos y sintiendo que somos auténticos, incluso con nuestras contradicciones, aunque no lo entendamos. Seamos capaces de contar cosas que nunca dijimos a los demás o a nosotros mismos. Dejémonos llevar por el teatro, aunque sea extraño e indescifrable. Y no tenga alas.

Otro buen tema para leer esta entrada escuchando la mejor música.

martes, 21 de abril de 2009

Consideración


CONSIDERACIÓN: Acción y efecto de considerar.
CONSIDERAR: Pensar, meditar, reflexionar una cosa con atención y cuidado.

El Gran Café-teatro de la Vega en la Sala B del CAEM (?)

Hace años, en las noticias del Gran Café-Teatro, decíamos:
“El alcalde ha decidido por unanimidad suya cambiar la patrona de la ciudad por San Cristóbal; y, además, lo vamos a celebrar en Sevilla que hace mucho mejor tiempo; y añadió: este año, por mis santos cojones, no se suspende ninguna corrida”.

Y nos reíamos mucho porque, gracias a Dios, siempre nos hemos reído mucho…

Nunca imaginé que alguien, y menos uno de los que entonces se reía bastante con aquello —el presentador del Gran Café Teatro—, adoptara una postura parecida a la que entonces tomaba en la ficción el Alcalde: “Lo mismo da hacer el Café-Teatro de la Vega en la Vega que en el CAEM” (?); “Si el espectáculo dependiera del lugar, mal vamos” (?)

¿Ustedes piensan que el Camino de Santiago podría hacerse a Triana y que tuviera además el mismo espíritu? No, ¿verdad? Pues lo mismo.

Se anuncia la continuidad del Café-Teatro en otro sitio y con otros artistas, pero con el mismo espíritu (?); bueno… ¡en fin!

Bien es verdad que “el que no sabe es como el que no ve” y que “lo más atrevido que hay es la ignorancia”. Pero también es verdad que la ignorancia no te exime de la culpa.

Evidentemente, cuando se prepara una obra de teatro, se hace para un escenario de unas dimensiones determinadas, y luego, cuando se representa en un teatro o en otro lo que se hace es adaptar la escenografía y las luces para que el sitio sea lo más fiel al escenario ideado por el escenógrafo o por el director. Y esto siempre que uno conciba un espectáculo para “girar”; y no estoy diciendo que de vueltas sobre sí mismo, sino que vaya de un lado a otro, de una ciudad a otro (lo explico “pa” por si acaso…).

El Gran Café-Teatro de la Vega no era un espectáculo más.
El Gran Café-Teatro de la Vega no era un espectáculo al uso.
El Gran Café-Teatro de la Vega no era una obra de teatro.

Era, fue y será por siempre una obra de arte en sí misma imposible de representar en otro sitio que no sea el Teatro de la Vega (y no es de nostalgia de lo que hablo, sino que hablo de la experiencia de haberlo hecho en algunos pueblos en verano y saber que, aunque no estaba mal —sobre todo porque estábamos el equipo base de los últimos años del Gran Café-Teatro de la Vega—, no tenía nada que ver con lo que sucedía en el Teatro de la Vega cuando se representaba una nueva edición del Gran Café-Teatro) y para ello la única posibilidad real es el rehabilitación del Teatro de la Vega (algo que, por otra parte, es absolutamente posible y barato y que si no se hace, será por algún oscuro interés político) y comprender lo que significan las palabras respeto y dignidad.

El Gran Café-Teatro de la Vega nació entre las paredes del teatro de la Vega y es ahí donde puede presentarse con su máximo esplendor. Además, el hecho de que durante veintidós años hayan pasado por sus tablas más de doscientos artistas, hace que cada uno de ellos haya dejado impregnado su espíritu y yo creo que vamos mal si olvidamos esto: el respeto por los espacios, por las fórmulas, por el público y por los artistas.

Lamentablemente, la realidad se impone y descubrimos que hay quien sólo tiene respeto por el dinero, por la fama y por la apariencia.

Maribel Iglesias
Co-fundadora, co-directora
y actriz del GRAN CAFÉ-TEATRO DE LA VEGA

Dos menos


Dirección: Óscar Martínez
Fecha: 18-04-09
Teatro: Liceo
Aforo: Lleno

Pasar el rato

Hablemos de matemáticas. Uno más uno suelen ser dos. Juntas, por ejemplo, a dos maestros de la escena como Pepe Sacristán y Héctor Alterio y el espectáculo suele dar como resultado éxito. Y de público lo fue. Por lo menos en el Liceo.

El único problema es que a pesar de que estaban estos dos magníficos actores encima del escenario, de que la mayoría de los gags (que no escenas) funcionaban, de que la sonorización era perfecta para que se les escuchara como merecen, de que la iluminación era buena y de que el teatro estaba lleno, nadie había contado con una ecuación que podía dar al traste con todo: el texto no estaba a la altura. De hecho, en algunos momentos parece que los actores, a pesar de su gran oficio, lo metían con calzador.

Desde mi modesto punto de vista, el texto no me convence porque no me convencen primero la irrealidad de lo que allí me están contando y segundo trascendencia diluida que, en este caso, tiene un tema como el que trata Dos menos, el de dos ancianos a los que se les diagnostica una enfermedad mortal que les matará en quince días como máximo. Y digo lo de la trascendencia porque el mero hecho de plantearlo debería tenerla sin tener que recurrir ni tan siquiera a discursos intelectuales en los que muchos caerían y que afortunadamente en este caso no ocurre.

No, no es eso. Lo que sucede es que ese camino heroico y perturbador que los dos personajes recorren carece de verosimilitud: uno no se lo cree porque está fuera del contexto que necesita, al mezclar la irrealidad de la situación con la tremenda realidad de ver a dos tipos con pijama cambiando espacialmente de escena sin ningún sentido.

Es más, ¿dónde está ese viaje maravilloso, el regreso a los sentimientos más preciados del ser humano: el amor, la amistad, la paternidad, lo efímero por la vida?, ¿dónde está el camino de Ulises en el que esos dos ancianos llegan a conocerse a sí mismos más allá de lo que ya se conocen por su edad?, ¿dónde está la dureza de la prueba? Es curioso, pero todo lo que propone no lo desarrolla y se queda en el simple cinismo del aquí no pasa nada porque, en realidad, ninguna de ellas desarrolla nada.

Y me temo que, a pesar de que la gente lo pasa bien, este montaje se queda en la suma de algunos aspectos que seguramente funcionan en los teatros, pero que dejan con la sensación de haber visto un simple divertimento con dos personajes que carecen de profundidad y de la seriedad dramática necesaria que conduzca a algo más allá de pasar el rato.

Encuentros y espejismos


Compañía: Alicia Soto y Post Theater
Fecha: 16-04-09
Teatro: Liceo
Aforo: Lleno

Marketing viral

Buena idea la del Festival Internacional de las Artes de Castilla y León ir presentándose poco a poco, como si de marketing viral se tratara. Para que el boca a boca haga su trabajo y luego, cuando llegue el programa completo en junio, la gente acuda con interés, curiosidad o con lo que sea. Ya se notaba en el Liceo el especial ambiente que rodea este acontecimiento, ideal para abrir Salamanca al mundo y para exorcizar a los agoreros que disfrazados de artistas antiguos tratan de que las subvenciones vayan a ellos como las moscas a la mierda. Pero el problema del marketing viral es que si transmites como un virus algo que no gusta, al final va a quedar eso y lo pararás difícilmente.

Encuentros y espejismos es un espectáculo montado como un anticipo, un anuncio, una promoción de lo que podremos ver el 13 de junio de la mano de Alicia Soto-Hojarasca y Post Theater: un montaje titulado Zero-Gravity- Super Gravity. En definitiva, asistimos a un acto publicitario camuflado como primicia, lo cual por sí mismo no es malo, si no fuera porque esta propuesta, al final, tenía poco sentido al estar compuesta por retazos que a mí, personalmente, no me dijeron nada. No me llenaron en absoluto.

Una intervención videográfica en un teatro, dos piezas de danza, un documental sobre la creación de ese montaje venidero y una ¿conversación? con la coreógrafa Alicia Soto forman un batiburrillo al que fui incapaz de encontrarle sentido. Si acaso el de las nuevas tecnologías y el art media, que están transformando las performances en, quizás, algo más de lo que pensamos o somos capaces de imaginar. El resto, inconexo y falto de ritmo. Sigo pensando que un espectáculo es una unidad que quiere decir o transmitir algo y que tiene un objetivo común con interés para el público que acude a verlo y disfrutarlo.

Así es que como unidad temporal y espacial salí igual que entré. Bueno, si acaso entré de día y salí de noche. Pero como anticipo, define algunas líneas positivas y 2.0 de lo que será el 5º Festival Internacional de las Artes. Y ese evento, amigos, hay que defenderlo hasta la muerte, a pesar de determinadas decepciones y de los retrógrados reaccionarios de chaqueta de pana que nos encontramos por el camino.

Eclowsión


Compañía: Kuro Neko
Fecha: 02-04-09
Teatro: Sala B del CAEM
Aforo: Tres cuartos

Buenas ideas, pero...

¿Por qué no se le pueden decir a los amigos las cosas que están bien de su espectáculo y las que están mal? Aquí estamos para eso, ¿no? Aunque, como en este caso, me inclino a pensar que abundan más las segundas. Una lástima.

Y es que Josetxu Morán, actor y director de amplia trayectoria en Salamanca, ha trufado su Eclowsión con algunas buenas ideas, mezcladas con el teatro de clown y de cuerpo (mimo) de siempre: el cantautor al que dios le clava en la cruz, la corrida de toros, incluso alguna de las escenas de títeres que se desarrollan en el segundo plano del escenario… Esas escenas y algunas más tienen una muy buena perspectiva que se derrumba en su desarrollo, algo caótico y poco estructurado en la dirección artística y técnica.

La disciplina de la dirección y la falta de ritmo es lo que le falta a un montaje que parece poco preparado para las posibilidades que tiene. Lo primero es, quizás, es en lo que Josetxu debería dejarse hacer para no perder la perspectiva de una propuesta que se queda en sólo eso: un bosquejo o croquis al que, alguien mirando desde fuera, desde el patio de butacas, podría haber sacado mucho más partido del que al final obtiene. Muchas veces no se puede estar a todo, no se puede controlar todo.

La falta de ritmo, elemento fundamental en un espectáculo que tiene escenas tan claramente delimitadas, viene lastrada por las transiciones, tanto teatrales como técnicas y sonoras.

Eso sí, no se le puede exigir más entrega en escena a un actor cuya trayectoria viene dada por el sacrificio de muchas facetas vitales con el fin de poder vivir de un oficio que da muchas alegrías, pero también sinsabores y ‘eclowsiones’ por doquier, como bien saben muchos de los que se dedican a él. Por mucho que, desde fuera, parezca lo ideal para pasar por este mundo dejando una huella digna y que trascienda.

lunes, 6 de abril de 2009

So happy together


Compañía: Apata Teatro
Fecha: 26-03-09
Teatro: Liceo
Aforo: Un tercio

Afonía

Disculpen que escriba sobre mí mismo así, pero es que llevo afónico toda la semana y tengo pocas ocasiones de expresarme con la debida fluidez. Además, que esta pequeña circunstancia personal me viene al pelo porque, a veces, el teatro, igual que las personas, puede sufrir de una afonía terrible. Uno quiere exponer sus pensamientos porque, a pesar de tener la garganta mal, el cerebro le funciona bien, pero no puede comunicarlo bien. Le falla la voz, uno de los instrumentos fundamentales en la comunicación oral –perogrullada que me marco-.

En So happy together, de Apata Teatro, todo está bien. Los actores cumplen con su función, especialmente Eduardo Velasco, como soldado israelí. El texto es excesivamente literario, pero está escrito con finura y sensibilidad y la trama, en la que se mezclan cuatro terribles historias de palestinos e israelíes que, al final, confluyen, la resuelven con soltura. La dirección tiene fundamentación, hay escenas bellas y sobrecogedoras, como la de los globos y la niña. Incluso ese compromiso que se destila en la explicación del folleto, ‘… un grito descarnado que nos permite escuchar la voz de judíos y musulmanes… un texto comprometido, directo y dolorosamente contemporáneo’, es digno de alabar.

Pero, a pesar de todas esas cosas positivas, el mensaje no llega. Lo que cuentan, por muy comprometido que sea, es repetitivo, excesivamente melodramático y tiene aire de discurso en un parlamento. Y eso, amigos, llevado a un escenario produce una afonía que hace que el espectador termine por no escuchar lo que están contándole. Por decirlo sencillamente: aburre mucho.

Igual que los que sufren una afonía no son la alegría de la huerta en una reunión de amigos, en el teatro este tipo de espectáculos son dignos de alabar por sus buenas intenciones, pero resultan de lo más aburrido. Esperemos que el próximo Festival de las Artes de Castilla y León no sea así.