martes, 29 de septiembre de 2009

El circo de la mujer serpiente


Compañía: Ananda Dansa
Fecha: 27-09-09
Teatro: Teatro Liceo
Aforo: Lleno


Mi hermana

A mi hermana Mónica la llevamos un día al circo de pequeña, tenía dos o tres años, y no se le olvidará en la vida. Salió un payaso a la pista con un termómetro gigante. El clown tiraba de la cuerdecita que colgaba por debajo del descomunal medidor de temperatura y hacía como que subía el mercurio. Era gracioso hasta que tiró con fuerza y el falso líquido llegó a doscientos grados con el resultado de una explosión gigante provocada por un enorme petardo colocado estratégicamente. Todos sabíamos lo que iba a ocurrir. Todos menos mi hermana, que del susto vomitó encima de la señora que teníamos delante y no ha vuelto a soportar un payaso. Pensándolo bien, esto, ahora que ya tiene edad de merecer, le ha venido de maravilla. Así es que gracias, señor payaso.

Y gracias a Ananda Dansa, que ha creado un espectáculo pedagógico, social (hay una mujer forzuda en vez de un hombre), lleno de vitalidad, colorido, sensaciones positivas, recuerdos entrañables y códigos entendibles para el público familiar al que va destinada la función. El circo de la mujer serpiente es perfecto para que la familia entera vaya a ver un espectáculo que los niños disfrutarán y los padres disfrutarán viendo cómo sus hijos lo hacen.

Basado en el teatro gestual y en códigos muy claros para que todos entendamos lo que allí hay, con alguna excepción como el solo de la mujer serpiente, con un vestuario colorido y muy adecuado y con una pantalla en la que se proyectan ilusionantes sombras, este montaje básico y plano pretende introducir a los más jóvenes en el circo de la danza. Y lo hace con una música reconocible y repetitiva y con un recorrido por los personajes que pueblan habitualmente una carpa. Una troupe simpática y bien avenida: payasos, trapecistas, faquires, mujeres forzudas, presentadores, músicos…

Muy interesante, pero con un pequeño detalle. La programación o los programadores deberían avisarlo. Puede que alguien saliera decepcionado, aunque yo a mi hermana Mónica se lo recomendaría para reconciliarse con el pasado y no vomitar cada vez que vea un payaso por la calle.

Vídeo del espectáculo en Youtube

martes, 22 de septiembre de 2009

Maná maná


Compañía: Los Ulen

Fecha: 18-09-09

Teatro: Teatro Liceo

Aforo: Tres cuartos


El escorpión


¿Qué quieren que les diga? Hoy me he levantado positivo. Lo veo todo del color de la primavera. Respiro y siento que el aire entra por mis venas y me rejuvenece. Siento que todo es mejor. Que la vida es maravillosa, que todo es bueno, bonito y barato. Que cada cual hace lo que tiene que hacer con ganas y con alegría.


¿Quién sabe? Quizás ha sido el montaje de Los Ulen, Maná Maná. Sí, sí, ya sé que el panorama que nos pinta no es demasiado positivo. Pero, a lo mejor, ha sido por ese mismo motivo. Tres personajes de lo más desagradable que, además de hablar como el mejor Chiquito de la Calzada, nos enfrentan con lo que muchas veces somos: guarros, malhumorados, chabacanos, sinceros y muy, muy seguros de sí mismos. La otra parte, el lado oscuro, el reprimido simpático y cabrón.Sutiles no son, pero directos y efectivos sí.


Y todo ello gracias a tres grandes interpretaciones que hacen que el rompecabezas que es el montaje, sobre todo los primeros cuarenta minutos, no se atragante. No hay nada mejor que el buen vino peleón para pasar un mal hueso de aceituna. ¿Qué mejor música que la del Tom Waits más heavy para una cita romántica? Pues lo mismo que los Ulen.


Todo muy bien hecho y con reminiscencias circenses, cabareteras, musicales y surrealistas.Así es que quizás hoy por eso puedo decir que Maná Maná es un gran montaje del que tengo un especial recuerdo, especialmente de su fin de fiesta viajero-musical, y del que me gustó tod… del que me gustó t… del que me… Lo siento, pero no puedo. Soy como el escorpión que picó a la rana y se ahogó junto a ella. No puedo evitarlo. A mí, me aburrió a pesar de todo eso que he dicho (que es verdad). Y me aburrió porque sencillamente no me enganchó y porque no tiene historia. Y yo, desgraciadamente, necesito casi siempre una que me diga algo. Y eso que odio a los escorpiones.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Mamma Mia


Fecha: 10-09-09
Teatro: CAEM
Aforo: Lleno

Así me va

Lo reconozco. Debo ser yo el que estoy equivocado. Cuarenta millones de personas que han visto este espectáculo no pueden estarlo. ¿Por qué, entonces, me empeño en decir en este artículo que Mamma Mia! no me gustó en absoluto?

Pues por esto. Concierto encubierto. Interpretaciones salidas de una mala película del oeste. Contenido nulo y mal desarrollado. Canciones famosas correctamente cantadas. Coreografías bien desarrolladas y multitudinarias. Casting mal elegido. Un envoltorio muy bonito, pero absolutamente vacío de cualquier elemento de interés.

Concierto encubierto porque se desgranan uno a uno los grandes éxitos de Abba sin ton ni son y con poco acierto en el libreto, determinado por unas letras que, no nos engañemos, tienen muy poca profundidad lírica y dramática.

Interpretaciones salidas de una mala película del oeste porque todos hablan sin naturalidad, como si estuvieran en el salón de Devil City justo antes de un duelo entre el sheriff y un asaltador de bancos. Especialmente los personajes de Dona y de Sam.

Contenido nulo y mal desarrollado porque la historia, por mucho que queramos, carece de contenido dramático verdadero, la hemos visto cincuenta mil veces mejor desarrollada, adolece de credibilidad, es puro caramelo endulzado a mayores y no tiene fuerza suficiente como para durar más de dos horas.

Canciones famosas correctamente cantadas porque lo son y porque lo están.

Coreografías bien desarrolladas y multitudinarias porque es así y porque es lo que le gusta al público.

Casting mal elegido porque, aunque el personaje de Sofie canta bien, no parece lo que tiene que parecer. Se asemeja a una niña de quince años en vez de a una mujer de veinte, que es lo que exige la historia, lo que la convierte en algo surrealista. Su cuerpo y su voz no reflejan el personaje que exige lo que allí se está contando. Demasiado infantil.

Resultado: Un envoltorio muy bonito, pero absolutamente vacío de cualquier elemento de interés y un teatro repleto puesto en pie y enfervorecido con todo lo que allí vimos. El equivocado debo ser yo, aunque no me baje del burro. Así me va.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Arte


Dirección: Eduardo Recabarren
Fecha: 04-09-09
Teatro: Teatro Liceo
Aforo: Tres cuartos

Matices

Hay textos que son un éxito seguro. Que estamos aburridos o no sabemos qué montaje hacer, pues recurrimos a El sueño de una noche de verano o a Arte, por ejemplo. Textos, éste último por su cercanía temporal, que tienen todas las de triunfar por su calidad indudable. Y es que Yasmina Reza sabía lo que se hacía cuando lo escribió. De hecho, estará viviendo estupendamente gracias a él por mucho tiempo –espero- y sus herederos también.

Otra cosa es que llevarlo a escena no implique ciertos riesgos. Una escenografía cool, una versión recortada en algunas partes y tres actores conocidos no siempre ofrecen el mejor resultado si de teatro hablamos. Otra cosa es que las taquillas sean suculentas y que la mayoría del público se vaya satisfecho a su casa.

Y eso ocurrió en el Teatro Liceo. Arte sigue funcionando porque es un texto perfectamente engrasado y porque –perdonen la comparación- es un texto que ante las peores condiciones posibles se crece y sabe sacar cosas positivas sin que se lo pidan: es como un actor que tiene tablas.

Esta versión funciona con el público y la gente premia con un gran aplauso lo que acaban de ver. Innegable. Pero, desde mi punto de vista, lo que se presentó sobre el escenario es un montaje entretenido sin matices, sin tonalidades que le den interés. Una propuesta en la que los roles que propone la obra para cada personaje se pierden a medida que avanza –especialmente los de Sergio, plano y afectado, y Marcos, excesivamente macarra-. En definitiva, al final todo se reduce a una lucha de egos en la que lo único que importa es quién da más voces, olvidando la fragilidad de la amistad o los sentimientos más profundos del ser humano, lo que nos hace la soberbia o el qué dirán.

Y me temo que esto es un problema de la dirección y, en parte, de la versión. Entre las dos dejan a los personajes planos, exentos de evolución dramática, demasiado exteriores y sin fuerza emocional. Hay humor y destellos de muy alta comedia, pero de la visión inteligente del mundo masculino y de su manera de entender la amistad que contiene el texto poco pudimos disfrutar.

Vimos Arte, sí, pero sin más. También podíamos haber visto El sueño de una noche de verano y quizás hubiéramos acertado. Aún así, se nos pasó el rato de manera agradable.